«Alegres cantemos» Homenaje a Efraín Arévalo López
martes 24 de agosto, 2021
En el contexto del aniversario 129 de nuestra institución, la Corporación Club de Deportes Santiago Wanderers realizó una ofrenda floral a Efraín Arévalo López, wanderino, dirigente deportivo y destacado músico de inicios del siglo XX, quien hace más de cien años compuso el hermoso himno que por todo este tiempo a acompañado a nuestra gente.
Nació en 1881, en Valparaíso, y desde muy joven mostró un gran gusto por la música, formando una estudiantina que amenizaba en Parque Italia. Esta afición por el arte lo llevo en 1912 a componer el tema que se transformaría en el himno de Santiago Wanderers. Así lo contó su hija, Irma Arévalo, en una entrevista a «La Estrella», el año 2004. En aquella ocasión también se escribió un vals para el equipo, sin embargo, no hay registros de aquello.
Su hija fue la única descendiente directa que tuvo, nacida producto de su matrimonio con Rosa Amelia Valdenegro, una mujer muy ligada al deporte en Valparaíso.
Respecto a la creación de la canción, se ha contado por generaciones que estaría basado en la música de una marcha llamada «Capitán Craddoc», así está consignado en el libro «Santiago Wanderers, Biografía Anecdótica», publicado en 1952, escrito por Manuel Díaz Omnes. Sin embargo, esto no está corroborado, por lo cual investigaciones recientes han intentado descubrir la inspiración de las notas de Arévalo.
Pero él no solo destacó por su talento musical, sino que también llegó a ser dirigente del club y de la Asociación de Fútbol de Chile, además de ser socio de Santiago Wanderers desde sus primeros años.
Por esto y más, como Corporación Santiago Wanderers es que realizamos un homenaje floral en su tumba. Agradecemos a Mauricio Larco, historiador wanderino, que ha trabajado incansablemente en rescatar la memoria tanto del club, como de los personajes que han protagonizado nuestra historia.
Don Efraín Arévalo falleció el 18 de mayo de 1952, hace ya largos 69 años, y sus restos descansan en el Cementerio Parroquial Caleta Abarca, en cerro Recreo, donde la familia wanderina puede ir a visitar a tal figura de la historia de nuestro club, cuyo legado quedó para siempre en las líneas que por décadas nos han acompañado.